El pueblo wayuu
Foto: Kounahk Jesiat
Los wayuú habitan la península de la Guajira al norte de Colombia y representan 38% de la población de ese departamento, uno de los más pobre del país. Es una región árida, cubierta casi solamente de arena, constantemente barreada por los alisios marinos, a donde las épocas de sequia son mas y mas intensa debido al fenómeno El Nino. La vegetación es muy escasa, el acceso al agua potable no seguro y la contaminación por todos lados.
La etnia Wayuu tiene una organización matrilineal y se reparten en rancherías. Viven de una economía mixta basada en la cría y el pastoreo caprino, la horticultura, la artesanía y la pesca. Son unos de los pocos gropos indígenas de Colombia a haber resistido a la conquista española y así preservado su idioma (el Wayuunaiki) y muchas de sus costumbres (baile, artesanía, ritos iniciáticos...). Ahora enfrenten el cambio climático, las multinacionales minera que desvían su arroyo y la corrupción que impide la plata nacional e internacional de llegar hasta ellos.
El centro etnoeducativo n°12 de La Guajira
A 10km de Riohacha, Capital de La Guajira, se encuentra la comunidad de Muurai. Una comunidad wayuu de 200 almas en 20 familias, incluyendo la de Ballestero Jusayu. Ese ultimo, convencido de la importancia de la educación para el desarrollo del pueblo wayuu y la conservación de su cultura, se dedicó a desarrollar un centro etno educativo.
Etno educativo porque enfoca su programa pedagógico en la cultura wayuu y favorece el empleo de indígenas con el fin de facilitar la instrucción de los alumnos y contribuir al desarrollo local.
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Viendo los oportunidades para sus alumnos, familias de comunidades alrededor de Muurai ( en un perímetro de 10km) construyeron escuelitas y pidieron a estar afiliadas al centro para beneficiar de su organización: profesores nombrados y pagados, operador para la comida, el agua y los suministros…
Situación actual
Hoy en día el centro cuenta con 14 sedes permitiendo así la educación a más de 1000 niños. La sede principal de Muurai escoge 500 alumnos del nivel pre escolar al noveno grado repartido en 10 aulas. En las 13 otras comunidades son entre 20 y 50 niños que estudian en básica primaria, generalmente todos en la misma aula.
Aun que mejore continuamente sus servicios, el centro tiene dificultad para ofrecer, en buenas condiciones y de manera autónoma y perdurable, una educación con perspectiva de futuro. De hecho, le hace falta infraestructura y esta dependiente del exterior por lo que es del agua de la alimentación y de la electricidad. Por eso con el consejo directivo y otras organizaciones sociales, Adelarte elaboro un plan de 3 años con el fin de enfrentar esto retos preservando la cultura wayuu y el ambiente.
¿Cómo Adelarte acompaña el centro en sus proyectos?
